El propósito de vida, también conocido como Dharma -que en sánscrito significa "el correcto vivir"-, es el que hace que vivamos correctamente y nuestros resultados en todas las áreas de vida sean favorables.
Estos tres simples pasos ayudan a saber si estamos en Dharma, es decir, si estamos cumpliendo nuestro propósito vital:
1. Saber para qué sos buena/o
¿Qué es aquello que sabés que poca gente en el mundo podría hacer mejor que tú? Puede ser desde hacer galletas hasta programas muy complicados de computación.
2. ¿En qué actividad se te congela el tiempo?
¿En qué actividad sentís que el tiempo no pasa?¿Qué actividad podrías estar haciendo hasta el punto de olvidar o posponer tus necesidades básicas como comer o dormir?
3. ¿Cómo podés poner todo esto al servicio de la humanidad?
Ya que encontraste aquello para lo que sos MUY talentosa/o y que te fascina hacerlo, entonces necesitás un plan, una estrategia para poner esa actividad al servicio de la humanidad y además cobrar por ella, porque el que no tiene no puede dar.
Al ejercer estos tres simples pasos podés entrar en Dharma o en el bien vivir, e ir por todo aquello que deseás.
Una última pregunta: si tuvieras todo el dinero y el tiempo del mundo, ¿seguirías haciendo lo que hacés ahora? Si tu respuesta es SI, ¡felicidades! estás en Dharma. Si es NO, entonces es el momento de encontrar el porqué y para qué naciste, ya que el hacerlo te traerá muchas, muchas cosas buenas.
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