
“Siempre me sentía como una mierda cuando miraba Instagram”, señaló la artista de 24 años de edad. Para librarse de su adicción, Selena dejó el control de su cuenta de Instagram a su asistente, además de eliminar la aplicación de su teléfono móvil.
En otra parte de su diálogo con Vogue, la ex novia de Justin Bieber confesó que en algún momento de su carrera artística llegó a sentir depresión y ansiedad al pisar los escenarios.

Con la voz entrecortada y visiblemente emocionada, la cantante confesó: "En 2014, este escenario fue la primera vez que fui sincera al 100% con todos vosotros. La mayoría saben mucho de mi vida privada, me guste o no". Tras una breve pausa, continuó: "Tuve que parar, porque lo tenía todo pero estaba completamente rota por dentro. Intenté aguantar para no defraudarlos, pero aguanté demasiado y al final acabé defraudándome a mi misma. No quiero ver sus cuerpos en Instagram, quiero ver lo que hay aquí", dijo tocándose el corazón y provocando el aplauso de todo el público. "No estoy tratando de obtener aprobación ni la necesito. Todo lo que puedo decir es que desde lo más profundo de mi corazón estoy muy agradecida de ser afortunada por poder compartir lo que quiero cada día con la gente a la que quiero".
La cantante terminó diciendo entre lágrimas: "Quiero dar las gracias a mis fans, porque son tan leales que no sé qué he hecho para merecerlos. Si están rotos, no tienen por qué seguir estándolo. Y tanto si me respetan como si no, eso es algo que deben saber de mí, y es que me preocupo por la gente. Muchas gracias, esto es de ustedes".
No hay comentarios:
Publicar un comentario