Cuantos más problemas tengo, menos me preocupo.
¿Por qué? Pues por que si me preocupo, lo único que hago es entorpecer las vías de solución de los problemas.
Cuento zen:
Maestro, mis amigos me dicen que está bien que viva preocupado, presionado, por que eso me alienta a hacer cosas, a buscar derroteros, a construir. Tú me dices que no es así. ¿Cómo es, al fin?
Hijo, el argumento de tus amigos equivale a que te digan que es bueno que te persiga un rinoceronte por que te motiva a moverte. Mejor construye tu vida con la mente serena y sin miedo ni presiones.
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