¿Existen otras tres palabras peores? Seguro que sí...
Pero pensar en que "mañana es lunes" es causa garantizada de bajón. Al menos, para los que trabajamos o estudiamos de lunes a viernes y detestamos nuestros trabajos o nuestros colegios/escuelas/institutos/etc.
Pero los lunes pueden ser una oportunidad y no un mal inevitable. Si nos organizamos para que el lunes empiece con algo agradable... por ejemplo, ir a desayunar un café con lecho con mediaslunas a un bar un rato antes de empezar la jornada.
Si adoptamos esa costumbre (o alguna otra que nos dé una pizca de placer los lunes por la mañana), tal vez esos días nefastos terminen siendo un poco menos irritantes.
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